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domingo, 11 de diciembre de 2016

"DESENJAULANDOSE" (Autora: MARI SOL VALLADARES BLANCO)


 Era el gran día, su gran día. Le iban a entregar, por fin, un galardón por su buen y eficaz trabajo al frente de una gran empresa. Solo que...estaba solo, sin nadie a quien preguntar sus dudas, nadie a quien contar sus penas, nadie a quien convencer para hacer cosas prohibidas, nadie a quien reclamar.  No estaba acostumbrado a ser ... nadie. Allí no había más que otros exitosos y poderosos compañeros que tal vez, o no, se alegraran de su triunfo. Allí era un hombre exitoso, pero uno más, nada especial.
Siempre hubo alguien a quien mandar, a quien ordenar, a quien humillar. De pronto se dio cuenta que ser nadie era muy triste, su mundo de poder no había dejado tiempo ni espacio para ver y oir, para sentir y escuchar, para notar y percibir que la vida era el otro lado.
Sus sueños infantiles plagados de trenes lentos y ruidosos, de campos y prados llenos de flores y cardos, de perros con carrancas y corderillos torpones, de abejas zumbonas y miel espesa, se le arrojaron de pronto y le apisonaron, le vaciaron de sentido su momento de gloria.
Al final con mucho dinero, con mucho éxito no tenía con quien compartirlo, ni a quien ofrecerlo, ni a que dedicarlo. Lo único que le sobraba era eso y tiempo de ser un gran empresario.
Llegaba el momento, tenía que subir al estrado a dar el discurso de su vida, a  agradecer a todos aquellos acompañantes su presencia y su voto y extendió el papel en la mano, lo arrugó y  comenzó su discurso: “quiero dar las gracias a todos por su presencia, porque a los ausentes tengo que ofrecerles disculpas, quiero dar las gracias por el premio y renunciar a él, porque me siento como una mariposa enjaulada que no es capaz de abandonar la seguridad de su crisálida, quiero darles las gracias por liberar en mi ese sentido que tenía aprisionado en su agujero y que me ha dado la fuerza para explotar y soltar la mariposa y liberar el alma de sus barrotes. Hoy me siento por fin desenjaulado”.
Y se fue de allí, silbando y saltando con el alma libre y los sueños de colores, hacia la libertad, hacia el infinito destino de su realidad. Ya encontraría momentos para construir su nueva realidad. Ahora solo quería ser libre.


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