(Relato leído por su autora en el 4º aniversario de Cuento Cuentos Contigo)
(Foto tomada de la red)
Ahora lo entiendo todo, a hora entiendo porque siempre tu
mirada estaba como perdida en otros mundos.
Ahora entiendo cuando me afirmabas resignado que no sabíamos
valorar todo lo que la vida nos regala a cada instante.
Abuelo, ahora al cerrar los ojos te recuerdo cada vez que
azuzabas la leña para que no se apagase la lumbre y me decías: ¡Hijo, todo lo
que quema te hace mas fuerte, recuérdalo!.
Yo no lo entendía, ¡solo era un crio!, pero a día de hoy,
después de encontrar la foto lo entiendo todo….
Hace poco volví al pueblo que te vio nacer y me contaron la
historia de aquella foto en la que aparecía un niño con la cara sucia al lado
de un perro pastor y rodeado de ovejas.
Y la mirada… la mirada de ese niño era tan tuya…. así que
pregunté a la señora Tomasa ¿la recuerdas?, de tu quinta.
Si hubieses visto su cara al enseñarle la foto….. se echó
las manos arrugadas por el paso del tiempo a la cara y comenzó a llorar…..
-
¡Este! – dijo- ¡este, es Pedrito… tu abuelo!. Y me
conto, vaya si me contó.
Fuiste un motril, abuelo, y nadie de la familia lo supo
nunca. Tuviste que aprender a ser hombre cuando aún eras un niño. Te
alimentaste a base de sopas los días que había mas fortuna y los que no, era el
mendrugo de pan el único bocado que
incluso tenías que compartir con otros mas pequeños que tú.
Y ahora, abuelo, es ahora cuando entiendo que las cicatrices
que tenías en la espalda no eran fruto de esa caída que nos contabas como
anécdota. Ahora entiendo porque odiabas tanto las varas…. ¿Cómo fuiste capaz de
aguantar?.
No quedaba otra, me contaba Tomasa.
Tus padres no podían hacerse cargo de tantas bocas y tú
fuiste el elegido, el elegido para vivir una vida de sacrificio y trabajo duro,
de jornadas interminables, de dormir entre pulgas y ratas una vida llena de
silencio.
Ahora entiendo abuelo, y si, a ti te quemó la vida y a la
vez te hizo mas fuerte…
Tenias razón, la vida nos regala a cada instante y tú fuiste
mi mejor regalo, ahora lo entiendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario