Este relato fue elegido entre todos los enviados, para poner una historia a la instantanea presentada por Marcelo Oscar Barrientos Tettamanti dentro de la sección "poniendo historias" del mes de febrero de 2.016. La fotografía representa a "la soñadora", escultura que se encuentra en el Parque del Chantre en la ciudad de León.
Dime estrella, ¿por qué me duele la vida?. Dime, contéstame…
Dime estrella, ¿por qué me duele la vida?. Dime, contéstame…
Nos conocemos desde hace tanto
tiempo… ¿Recuerdas cuándo era niña?. Al volver del colegio cada tarde, noche
temprana en invierno, te contaba mis historias subiendo aquella cuesta que yo
alargaba ralentizando mis pasos para que me diera tiempo a decírtelo todo, para
no dejarme nada. Y tu escuchabas… Cuando llegaba contenta me parecía que
brillabas más y que me sonreías con tus guiños, alegrándote conmigo. Veía tu
luz más apagada y tenue cuando alguna preocupación ocupaba mis pensamientos, y
me abrazabas extendiendo tu luz en un halo difuminado, intentando llegar a mi,
los días que estaba triste.
Y desde entonces me has
acompañado tanto… Cada noche clara tu presencia es firme y descarada, y cuando
las nubes se interponen entre nosotras, yo se que me escuchas igualmente,
aunque no puedas atravesarlas con tu luz. Siempre estás ahí cuando necesito
contarte.
Así que dime, tu que sabes lo que
he vivido, tu que escuchas lo que mi corazón calla a otros y ves lo que a
algunos les niego. Conoces todo lo bueno que hay en mis días… Dime pues,
estrella sabia ¿por qué me duele la vida?. Porque no comprendo este dolor dulce
y suave, casi tierno. Un dolor lleno de abrazos y caricias de amores presentes y
ausentes; un dolor lleno de alegría por otros y de miedo a que sufran o se
hagan daño; un dolor lleno de proyectos, cumplidos unos, olvidados otros; un
dolor lleno de certezas y dudas e incertidumbre, lleno de ganas de volar más
alto, más lejos…
¿Será, querida estrella, que
vivir es eso? ¿Llegar a sentir el dolor como algo bueno y hermoso? Porque miro
a los niños y ellos no saben del dolor dulce, para ellos el dolor es dolor y no
tiene nada de hermoso. Pero… miro a los mayores y el dolor es triste para
algunos, amargo para otros, en ocasiones también produce ira y enfado. A otros
les encierra tanto en si mismos que nadie sabe que les duele. Otros se quedan
tan agarrotados por el dolor que no se mueven, no hacen nada…
Entonces… ¿Qué significa este
dolor dulce y hermoso, estrella mía?
No, no comprendo. Yo creía que
dolor y hermosura no podían ser simultáneos en un mismo corazón, y sin embargo,
aquí estoy llorando lágrimas porque me duele la vida hermosa.
Tu que conoces otros dolores,
que has vivido y visto tanto, dime estrella ¿Acaso es este dolor dulce el
premio que nos da la vida por empezar a comprender? ¿Será que avanzar es
aprender a encontrar hermosura hasta en el dolor?
Guiñas, me sonríes.
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