Si te gusta escribir y quieres compartir tus textos .... ESTE ES TU BLOG. Manda tus relatos, cuentos, cartas o cualquier otro género narrativo a cuentocuentoscontigo@gmail.com y si son seleccionados, serán publicados en este blog. (Los textos no deberán exceder de dos o tres caras).

jueves, 17 de marzo de 2016

"EL CONSTRUCTOR DE CAMINOS" (Autora: MACAMEN DE VEGA)

composición artística de Ana Mª Loreto


Este relato fué elegido en la sección "poniendo historias" del mes de marzo, por Ana Mª Loreto para representar la historia de su composición artística

La mudanza había terminado. Después de un mes moviendo cosas de un lado para otro, por fin estaba todo en su lugar y podían volver a trabajar de nuevo con normalidad. Tenía ganas. Para Fernando su trabajo era puro disfrute y ese parón obligado por cambio de local debido al aumento imparable de actividad y de personal se le había hecho eterno. Solo quedaba colocar una cosa, el cuadro que representaba el lema de su empresa; un caracol, una ramita y una hoja traslúcida colocados sobre un papel con mucho mimo formando una curiosa y delicada composición que transmitía armonía y equilibrio. Para Fernando aquellos elementos eran una reliquia símbolo de la esencia de su pasión, de su trabajo y de su vida.

Justo en la entrada, dando la bienvenida a quien llegara a sus oficinas, colgó el cuadro y sonrió. Siempre que lo miraba se trasladaba durante unos instantes a la tarde en la que encontró aquellos tres elementos que le dieron la clave para descifrar el enigma que le ocupaba desde hacía tiempo.

Tenía dieciocho años. Había terminado los estudios preuniversitarios con gran éxito y muy buenas notas, pero llevaba unos meses sin saber qué hacer. No se decidía entre seguir estudiando o ponerse a trabajar. Tenía a su familia preocupada porque no acababa de tomar una decisión y, mientras tanto, a todos les parecía que estaba perdiendo un tiempo precioso. Pero él no lo veía así. Estaba ocupado pensando a qué quería dedicar su vida, y eso le parecía un asunto lo suficientemente importante como pararse a pensar unos meses. No sabía que estudiar o en qué trabajar, era cierto, pero si tenía claro que no quería terminar como la mayoría de las personas que le rodeaban en su familia, en su barrio, en su ciudad… No quería convertirse en una persona monótona y aburrida, que caminara mirando para abajo al suelo o al móvil, corriendo siempre de un lado a otro, con prisas para llegar a todas partes, como queriendo alcanzar lo que está por llegar, perdiéndose lo que está ocurriendo. Y no solo sabía que no quería convertirse en una persona así, sino que además sabía que quería dedicarse a algo que ayudara a cambiar a las personas de su familia, incluso de su barrio, incluso de su ciudad, incluso, por qué no, que ayudara a cambiar a personas del mundo entero.

Pero por más que pensaba no lograba dar forma a aquello con lo que poder conseguir su objetivo.

Daba largos paseos por las mañanas y por las tardes pensando mientras observaba los árboles, las piedras, los pájaros, los insectos, la lluvia, la danza del viento, los cambios de estación y todas aquellas pequeñas cosas que le pasaban desapercibidas a la mayoría de las personas por ir con prisa, por no saber pararse a contemplar.

Y entonces, aquella tarde que parecía una tarde más de paseo, pensamientos y contemplación, ocurrió la magia y Fernando lo vio claro. Sentado sobre un tronco observaba el lento caminar de un caracol que avanzaba sobre una hoja maravillosamente perforada por el paso del tiempo. Y mientras disfrutaba viéndole caminar pensó que el caracol no tenía ninguna prisa, al igual que el resto de la naturaleza que, con paciencia, había obrado el milagro de la belleza de aquella hoja sobre la que avanzaba el caracol. Unas palabras vinieron entonces a su mente, y sin apenas pensarlas las pronunció en alto: - Lento desarrollo tu tronco, lento paso, un soplo de lluvia y ante tiel milagro del encaje…..

Y entonces sucedió ¡Eureka! Ya sé a lo que quiero dedicar mi vida. Voy a ser constructor de caminos. Haré caminos llenos de belleza y detalles, caminos llenos de curvas para que no se pueda ver lo que está por venir y así obliguen a detenerse en lo que está sucediendo. Caminos llenos de sorpresas, melodías y sonidos. Caminos que enseñen a quienes los recorran a disfrutar de cada paso, a detenerse a mirar y escuchar. Caminos para pararse. Caminos que no lleguen a ningún lugar concreto, lo mismo podrán comunicar dos lugares como terminar dónde empiecen, porque lo importante de mis caminos no será el final, sino cada paso que lleve a él.

Y así fue. Desde aquel día estudió, trabajó y estudió más hasta que supo lo suficiente para construir los caminos más bellos del mundo. Poco a poco su fama se extendió y construyó caminos en parques, en bosques, en jardines, a la orilla del mar, en fincas, en azoteas…..

Y quienes pasean por sus caminos entienden el mensaje: disfruta de cada paso, de cada detalle, disfruta del paseo.
Y las palabras que pronunció aquella tarde y la imagen de aquél cuadro con los elementos que las inspiraron figuran en el comienzo de cada uno de sus caminos a modo de invitación.

Y así es como Fernando logró su objetivo de cambiar a personas de su familia, de su barrio, de su ciudad y hasta del mundo entero.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

cuentocuentoscontigo@gmail.com

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *